Para acabar con la semana (y empezar el mes) os vamos a hablar de la mal llamada Multipropiedad.
Este fenómeno tuvo su auge en la década de los 2.000, pero aún hoy deja sus efectos perjudiciales se dejan sentir en cientos de familias, atrapadas en lo que ellas consideran una estafa.
Se trata de la adquisición de un turno de una o dos semanas, para aprovechamiento turístico, en complejos turísticos –generalmente en los llamados apartahoteles – , realizada tras promesas de comodidad, bienestar y confort.
Estas personas firmaban contratos en época estival (cuando más confiados estaban), en localidades de costeras, tras la visita a un piso piloto, sin que quienes les vendían estos turnos les advirtieran de los compromisos que adquirían.
Se firmaban contratos de por vida –algo prohibido por la ley de aplicación, la L.A.P.T. de 1998 –de los cuales resultaba imposible desvincularse. En el contrato, solía aparecer el turno en que se debía acudir, aunque engañosamente los comerciales les decían que podrían escoger su turno.
Así, por ejemplo, una pareja que realmente había firmado pasar sus vacaciones cada año en marzo, en realidad creía antes de la firma que podría “reservar” su semana en la fecha que quisiera. Se veía, repentinamente, atrapada pagando cada año una cantidad de unos 500 euros, sin posibilidad de disfrutar sus vacaciones.
Además, en muchas ocasiones se le ofrecía al cliente una financiación a su medida, que no dejaba de ser una trampa más.
La jurisprudencia del Tribunal Supremo es clara: este tipo de regímenes son ilegales. No se puede vender un turno sin límite de tiempo (el máximo son 50 años) y hay que hacer advertencias específicas en cuanto al derecho de desistimiento (que es de dos semanas una vez se firma este contrato). Tampoco puede la empresa exigir anticipos a modo de “entrada”, como si de una propiedad se tratase.
Si éstos y otros requisitos no se cumplen, el contrato es NULO DE PLENO DERECHO, con lo que se podrían recuperar todos los importes y derramas abonados a estas empresas por los clientes.