Las lesiones por imprudencia, que se regulan en el artículo 152 del Código Penal, son habituales en nuestra rutina diaria, y vienen derivadas por una falta de diligencia en una persona que crean unas lesiones en otra. Normalmente las más reconocibles son aquellas que se producen en accidentes de tráfico, pero no son las únicas ya que también están por accidentes con armas, en el deporte o incluso en el ámbito laboral.
Lo primero a destacar es que en las lesiones por imprudencia también hay dos clasificaciones, la grave y la menos grave, la cual determinará la pena a establecer para el caso concreto.
La imprudencia grave se puede dar en tres tipos de lesiones, las del artículo 147.1, las más comunes, las del 149, “la pérdida o la inutilidad de un órgano o miembro principal, o de un sentido, la impotencia, la esterilidad, una grave deformidad, o una grave enfermedad somática o psíquica, y las del 150, “pérdida o la inutilidad de un órgano o miembro no principal, o la deformidad”.
Mientras que para que se produzca delito de lesiones por imprudencia menos grave, solo se aplica, solo se puede producir en dos resultados, las del 149 y 150.
En caso de que la imprudencia sea cometida con uso de vehículos o licencia de armas, y sea grave habrá pérdida de carnet o licencia, mientras que en la menos grave es una medida facultativa.
También, la doctrina considera en caso de imprudencia profesional que esta solo puede ser grave, es por ello que sólo para las graves también se prevé la inhabilitación profesional del condenado.
Aclarar que sólo son perseguibles en caso de denuncia del perjudicado, es decir, instancia de parte.
Decidir si la imprudencia es grave o menos grave, puede dar lugar a delito o a despenalización de la conducta, ya que por imprudencia menos grave sólo se castigan los resultados en lesiones del 149 y 150, y no los del 147.
Este aspecto ha sido introducido por la nueva reforma del código penal, y afecta de manera directa al resarcimiento de daños de víctimas de accidente de tráfico, ya que muchas conductas imprudentes quedan despenalizadas. Es un tema que se abordará en el próximo blog que redacte.
